Mandamento Albergheria - Palazzo Reale
De los 4 barrios del casco antiguo, es el que se encuentra unido al Palacio Real. Su nombre procede del latín Albergaria Centurbi et Capicii. En un principio atravesado por el río Kemonia, cuyo curso fue desviado al exterior de la muralla a principios del '600, este barrio se ha unificado con el barrio del Palacio Real durante las reformas urbanísticas de finales del siglo XVI.
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El barrio fue afectado por unas demoliciones durante los años '30 del siglo pasado, a las que siguió la construcción de viviendas populares. Por ello su área central parece más periferia urbana que núcleo histórico. Las demoliciones comenzaron desde la zona alta del barrio hacia la zona baja. Fueron interrumpidas, antes de llegar al Mercado de Ballaró, por el estallido de la II Guerra Mundial.

Los linderos del Mandamento
Como los demás Mandamenti de Palermo, la Albergheria queda delimitada por las dos calles principales del casco antiguo de Palermo (Via Vittorio Emanuele y Via Maqueda) que se cruzan en los Quattro Canti. Allí el barrio queda representado en el Canto Sur por la presencia de su protectora, Santa Cristina.

Los lugares de interés del barrio
El barrio es conocido por su popular mercado, cuyas origenes ahondan en la Edad Media, por la iglesia de Casa Professa y por el conjunto árabe-normando de San Giovanni degli Eremiti. Sus demás lugares de mayor interés turístico se hallan a lo largo de las calles Maqueda y Vittorio Emanuele.
Casa Professa
Desde la Via Maqueda, a poca distancia de Piazza Bellini, se sube por una calle estrecha hacia la Piazza Casa Professa. La monumental fachada de la Chiesa del Gesù domina toda la plaza. Junto a ella vemos el convento de los jesuitas en cuyo interior se encuentra la Biblioteca Municipal. Desde el final de la plaza, donde esta se va estrechando, se enlaza el Mercado de Ballarò.

Mercado de Ballarò
El recorrido por el Mercado de Ballaró comienza en la calle que le da el nombre (Via Ballarò). Nada más entrar al mercado se ve, a mano derecha, un callejón cuesta arriba con varias terrazas de locales de ocio y, al fondo, una torre del '300 situada en una elevación del terreno, la Torre de la Albergheria. En este callejón suelen parar los taxi que llevan los turistas al mercado.

El mercado sigue en dirección de la Piazza Carmine (Plaza del Carmen), hacia donde fu ampliado en el siglo XVIII. Allí vemos la fachada de la iglesia del Carmine Maggiore, después de la cual un sector del mercado sube, por la Via Giovanni Grasso, hacia la Piazza San Francesco Saverio (Plaza San Francisco Javier) donde se encuentra la iglesia de San Francesco Saverio cuya cúpola blanca se ve desde el mercado.

Arco Cutò, Porta Vicari y Porta Sant'Agata
Desde el final del mercado de puede bajar hacia Via Maqueda, pasando por debajo del Arco Cutò, o bien salir al Corso Tukory a poca distancia de la Porta Vicari. Remontando el Corso Tukory nos encontramos con la Porta Sant'Agata, una de las dos puertas medievales de la ciudad, ambas situadas en el barrio de la Albergheria.

Porta Mazzara y San Giorgio in Kemonia
En la parte alta del barrio está la Porta Mazzara, la otra puerta medieval de la ciudad que conserva este barrio. A poca distancia se encuentra la iglesia de San Giorgio in Kemonia, cuyo campanario ofrece unas vistas parecidas a las de la Torre de la Albergheria. Recientemente la iglesia ha sido dedicada a San Giuseppe Cafasso, sin embargo el anterior nombre se sigue utilizando.

San Giovanni degli Eremiti
La iglesia de San Giorgio, en sus orígenes, fue parte del conjunto árabe-normando de San Giovanni degli Eremiti, siendo destinada a oficiar las misas funerarias de los miembros de la corte del Palacio Real. Parte del cementerio se encuentra ahora en el colindante jardín de la iglesia conocida por sus cúpulas rojas.

Oratorio di San Mercurio
A pocos metros de distancia de San Giovanni degli Eremiti nos encontramos con el Oratorio di San Mercurio. Su fama se debe a las obras juveniles de Giacomo Serpotta que decoran el interior. La visita de este oratorio se asocia (con un mismo billete) a la del más renombrado Oratorio de San Lorenzo, donde el escultor ha dejado algunas de sus obras maestras.
