Iglesia de la Compañía de Jesús titulada a San Francisco Javier
Edificio barroco del siglo XVIII
Construida entre 1680 y 1710 por la Compañía de Jesús, que quiso dedicarla a San Francisco Javier, esta iglesia se encuentra la Piazza San Francesco Saverio (ver ubicación), a poca distancia del Mercado de Ballarò.
Única construcción antigua que se ha salvado de la demoliciones del periodo fascista (1922-1943) en el barrio de la Albergheria, la iglesia está rodeada por construcciones de edilicia popular. La dejadez de los alrededores contrasta con la suntuosidad del edificio y su bien cuidado interior.
El exterior
El edificio está construido sobre una planta de cruz griega al centro de la cual se eleva la monumental cúpula blanca, visible desde muchos lugares de la ciudad. La cúpula central está rodeada por cuatro cúpulas más pequeñas que cubren las cuatro esquinas del edificio.
La fachada
En el primer cuerpo de la fachada se pueden ver unos nichos vacíos cuya finalidad, según el proyecto del arquitecto jesuita Angelo Italia (1628-1700), era de alojar unas estatuas de santos jesuitas que nunca se llegaron a comisionar.
Sobre el remate del portal barroco se ve el busto de San Francisco Javier. Sobre el arco del portal puede verse el emblema del santo, un Cangrejo que sostiene la Cruz.
El campanario
El proyecto originario del edificio preveía la presencia de dos campanarios, de los cuales solo se llegó a construir el derecho, cuya estructura sobresale de la planta cuadrada de la iglesia.
El interior
Al pasar al interior del edificio saltan a la vista las 24 columnas que sostienen las cinco cúpulas y las cuatro bóvedas que cubren el edificio.
Cinco cúpulas y cuatro semi-cúpulas
A los extremos de los brazos del transepto están los altares dedicados a Francisco Javier e Ignacio de Loyola. Al igual de la nave y el presbiterio, esos extermos quedan redondeados, como puede verse mirando hacia las semi-cúpulas que los cubren.
El diseño del espacio interior
La disposición del interior de la iglesia es simétrica, con dos capillas en cada lado, situadas bajo las cuatro cúpulas, y dos altares laterales en los extremos de la planta de cruz, dedicados a San Francisco Javier y a San Ignacio de Loyola.
Empujando la mirada hacia arriba se observa la estructura suspendida sobre las seis columnas en la cual descansa el tambor, en forma de exágono, que sostiene las cúpulas de las cuatro capillas situadas en las esquinas del edificio.
Cada una de las cuatro cúpulas tiene tres ventanas que se abren al exterior y tres arcos a través de los cuales la luz de las ventanas pasa al interior de la iglesia.
La cúpula central
La cúpula central es de aspecto muy sencillo. En las pechinas se ven cuatro frescos que muestran momentos de la vida de San Francisco Javier.
En el tambor cilíndrico se abren ocho ventanas, separadas entre si por unas pilastras cuyo dibujo sigue ascendiendo hacia la linterna de la cúpula, marcando las ocho secciones que convergen hacia el centro.
La cuatro capillas angulares
A la izquierda están la Capilla de San Calcedonio, situada bajo la primera cúpula lateral izquierda, el altar de San Ignacio de Loyola, en el brazo izquierdo del transepto, y la Capilla del Crucifijo, bajo la segunda cúpula lateral izquierda.
A la derecha están la Capilla de Santa Rosalía de Palermo, bajo la primera cúpula del lado derecho (la que está junto al campanario), el altar de San Francisco Javier, en el brazo derecho del transepto, y la Capilla de la Sagrada Familia, bajo la segunda cúpula lateral derecha.
Las bancas y la mesa ceremonial
Las bancas de la iglesia están dispuestas en forma de anfiteatro, mirando hacia el centro de la cúpula principal bajo la cual, situada más cerca del presbiterio, se halla la mesa ceremonial. A las espaldas de la mesa, situada en esta posición para ser visible desde todos los rincones de la iglesia, se encuentra la balaustrada de mármol que aísla el área del presbiterio.
Un púlpito del siglo XVIII ocupa el sector derecho del transepto mientras el izquierdo queda libre para permitir el paso hacia la puerta de la sacristía, situada entre el presbiterio y la Capilla del Crucifijo.
El altar mayor
El altar mayor en mármol se remonta al año 1735 y está dedicado al Cordero de Dios, representado en el relieve al centro del frontal. A sus lados se ven los relieves que representan los Cuatro Evangelistas. El cuadro de altar representa la Anunciación.
Horarios
Por las mañanas se puede visitar esta iglesia. De lunes a viernes desde las 9:30 hasta las 12.00. Los domingo y festivos desde las 10:30 hasta las 12:30.
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