Situada en los Quattro Canti, haciendo esquina entre las dos calles principales del casco antiguo de Palermo, la iglesia de San Giuseppe dei Teatini es una de las más visitadas de Palermo.
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La iglesia puede observarse desde lugares distintos: la Piazza Vigliena (donde están los Quattro Canti), la Via Vittorio Emanuele, la Piazza Pretoria, la más conocida plaza de la Via Maqueda, y la Piazza Bellini.
Desde la Via Vittorio Emanuele se ve la fachada en estilo neoclásico (1840) con el portal principal, sobre el cual se encuentra la estatua de San José y Jesús (1738), con a sus pies el escudo del gremio de los carpinteros, de los cuales San José ostenta el patronazgo.
Su esquina derecha, para respetar la simetría con la izquierda, donde se halla el Canto Sur, ha sido cortada en 45 grados durante el siglo XIX creando en ella el Quinto Canto en el cual se abre otro portal que permite acceder al interior de la iglesia.
El mejor sitio para tener una buena perspectiva es la Piazza Pretoria. Desde allí se ven su cúpula central, visible también desde todos los puntos altos de la ciudad, y las pequeñas cúpulas que recubren la nave lateral. El campanario octagonal (ver) es bien visible también desde la cercana Piazza Bellini.
Para ver la parte alta del edificio es posible situarse en el rellano del portal lateral de la iglesia de Santa Caterina d'Alessandria. Desde allí, además, se disfruta de una buena panorámica de la Piazza Pretoria.
El decorado interior de San Giuseppe dei Teatini, sin llegar a estar demasiado recargado como en la cercana iglesia de Casa Professa, muestra todos los elementos del Barroco Siciliano y es considerado como uno de sus mejores ejemplos.
Lo que más llama la atención de esta iglesia son las bóvedas con sus frescos, donde sobre un fondo de nubes doradas y cielo azul se muestran las historias relatadas por los artistas. Los amplios ventanales, dispuestos a lo largo de todo el interior, proporcionan abundante luminosidad y crean hermosos juegos de luz y color que se reflejan en los estucos dorados y blancos.
La nave central de San Giuseppe dei Teatini se sustenta sobre seis arcos que descansan sobre unas imponentes columnas monolíticas de piedra gris extraída de un monte cercano, el Monte Billiemi de la Conca d'Oro.
En correspondencia del portal principal hay dos monumentales pilas de agua bendita, esculpidas por Ignazio Marabitti.
El techo, de bóveda cruzada, está decorado con varios frescos. De ellos, los que se ven en las pechinas entre las ventanas reproducen momentos de la vida de Cayetano de Thiene, mientras que los del centro son representaciones del Apoteosis de San Cayetano y los Teatinos.
Todos son obra de Filippo Tancredi que los pintó alrededor del año 1693. La autoría de los estucos blancos y dorados se atribuye al escultor Paolo Corso.
Las naves laterales se caracterizan por las cinco cúpulas que se sustentan, al igual de la nave central, sobre una doble hilera de columnas monolíticas.
La primera capilla está dedicada a la Madonna della Purità, una advocación de la Orden de Clérigos Regulares que se remonta al siglo XVII y que fue inspirada por el sacerdote Diego Di Bernardo y Mendoza, quienes donó a la orden una pintura del siglo anterior, obra del pintor extremeño Luis de Morales, llamada La Madonna della Purità.
La cuarta capilla está dedicada a la Madonna di Trapani cuyo culto, difundido en esta ciudad del poniente isleño a partir del siglo XIII, llegó desde oriente medio.
En el altar se custodia una hermosa estatua de la Virgen creada por Antonello Gagini, el escultor renacentista más talentoso que operó en Sicilia.
Las otras dos capillas se encuentran cerradas en espera de restauro.
La iglesia tiene un pequeño patio interior accesible desde el portal lateral derecho. En el patio se halla una fuente, conectada con un manantial subterráneo cuya agua, según los creyentes, tiene poderes milagrosos.
La nave izquierda de San Giuseppe dei Teatini es la que colinda, al exterior, con la Via Maqueda. La pequeñas cúpulas que constituyen su cobertura pueden verse desde la Piazza Pretoria.
Al principio de la nave izquierda, sobre una columna que le hace de pedestal, se halla una importante obre de arte del siglo XV: la Madonna dell'Oreto esculpida por Domenico Gagini, padre del Antonello que esculpió la Madonna di Trapani.
Otra obra de arte que tiene un gran valor para los fieles de la ciudad, es el cuadro de la Madonna della Provvidenza. La pintura, a la que los fieles atribuyen poderes milagrosos, procede de la iglesia de la Madonna della Provvidenza, situada bajo el suelo de San Giuseppe dei Teatini y cerrada al público.
Ocho majestuosas columnas, de dos en dos, sostienen los cuatro arcos donde descansa el tambor de la cúpula cuyo interior está decorado por un fresco del pintor flamenco Guglielmo Borremans cuyo tema es la Caída de los ángeles rebeldes. El fresco se ve algo desteñido.
Las pechinas, que al igual de los arcos transfieren el peso del tambor de la cúpula sobre las columnas, están decoradas con los frescos de los Cuatro Evangelistas, cada uno representado con su figura alegórica (Mateo-Ángel, Marcos-León, Lucas-Ternero, Juan-Águila). Los frescos son obra de Antonio Manno (1739-1810).
En el suelo bajo la cúpula puede verse una composición que representa una estrella de ocho puntas. Cada una de las puntas marca un círculo en cuyo interior se halla una flor. Los espacios entre las puntas de la estrella se corresponden, en la cúpula, a las ocho ventanas. Al centro de la estrella se ve el emblema de la Orden de los Teatinos.
A los extremos del transepto se hallan los altares dedicados a San Cayetano de Thiene, en el brazo izquierdo, y a San Andrés Avelino, en el derecho. Los dos altares, aún siendo creados con el mismo tipo de mármoles que proyectan el mismo juego de colores, son de estilos distintos.
Dedicado al fundador de la Orden de los Teatinos, fue creado en 1668. El cuadro de altar, pintado por Pietro Novelli, representa San Cayetano que asciende a los cielos. A la derecha del altar, resguardada en un mostrador de madera, se ve una escultura en cerámica que representa San José agonizante asistido por Jesús y María.
Creado en el siglo XVIII es de estilo neoclásico. Entre las columnas se ve el cuadro de altar que representa la Muerte de San Andrés Avelino. El autor de la obra fue Sebastiano Conca (1680-1764), conocido pintor barroco de la primera mitad del '700.
En el antipendio del altar, esculpido sobre mármol blanco, hay un relieve que representa San Andrés Avelino arrodillado frente a la Virgen.
En la predela, situada por debajo del cuadro de altar (detrás de un medio-busto del Santo), se ve una composición de angelitos músicos esculpida por Ignazio Marabitti.
En los brazos del transepto, en ambos lados del presbiterio, se encuentran las dos capillas principales de la iglesia situadas en línea con el eje de las naves laterales. A la izquierda está la Capilla de San José de Nazaret, a la derecha del presbiterio está la Capilla del Crucifijo.
La Capilla de San José de Nazaret perteneció a la corporación de los carpinteros de Palermo.
En el altar de la Capilla se encuentra, como testigo del trabajo de los carpinteros de Palermo, una representación, tallada en madera y recubierta de una lamina de oro, de San José con el Niño (siglo XVI).
Las paredes laterales de la capilla muestran dos relieves en mármol que representan la Sagrada Familia (pared izquierda) y el Sueño de José de Nazaret.
Según la iconografía de la época José de Nazaret está representado en presencia del joven Jesús, e incluso antes de su nacimiento (Sueño de San José), como anciano.
Según los relatos de los Padres de la Iglesia, durante la niñez de Jesús, José de Nazaret era un hombre joven. Por esto en otras representaciones se le ve retratado como joven. Según los partidarios de esta interpretación, para poder superar las adversidades de la Huida a Egipto, José debía de ser necesariamente un hombre en el pleno de sus fuerzas.
La Capilla del Crucifijo es la que custodia, sobre su altar, el reliquiario de la iglesia. Sobre el se ve un Crucifijo de madera tallada que se remonta al siglo XVII. Su autor, hijo de un carpintero que pertenecía al gremio de Palermo, fue el fray Umile da Petralia.
Este fraile franciscano nativo de las Madonías durante su no muy larga vida (1600-1639), recorrió muchos pueblos y ciudades de Sicilia dejando algunos de los Crucifijos tallados en madera más hermosos que pueden admirarse en la isla.
Las paredes de la capilla están decoradas por dos pinturas, que también se remontan al siglo XVII, relacionadas con la Pasión de Cristo. En la pared izquierda está Verónica tiende un paño a Cristo, en la derecha Cristo en la columna.
La monumentalidad presbiterio y del ábside de San Giuseppe dei Teatini completan la escenografía del transepto. Todo el conjunto, comenzando por la escalera de tres peldaños que pone la balaustrada del presbiterio al mismo nivel de la base de las columnas, de algún modo invita a dirigir la mirada hacia arriba.
Una cortina drapeada, tendida de lado a lado del presbiterio, aísla los dos altares haciendo que parezcan más cerca. Detrás, la curva del ábside, armonizada por la presencia de tres ventanas, ajusta la perspectiva donde encajan la alargada bóveda del presbiterio y la semi-cúpula del ábside.
El altar ceremonial, el que se encuentra más cercano a los fieles y donde se oficia la misa, procede de la iglesia de la Divina Provvidenza (la que se encuentra bajo nuestros pies). Este altar presenta un antipendio en plata repujada que, creado en el '700, muestra la calidad artesanal alcanzada por los orfebres de Palermo en el pasado.
El altar mayor está situado sobre un basamento de cinco peldaños de mármol oscuro. Creado enteramente en mármoles policromados, alabastro verde, piedras semipreciosas y latón dorado, está adornado por una colección de elegantes candelabros y otros objetos decorativos.
Sobre el altar se encuentra un precioso Crucifijo cuya Cruz está hecha de latón y ágata. El Cristo está esculpido sobre marfil.
Al igual de los de la nave central, los frescos de la bóveda han sido creados Filippo Tancredi. Los de la semi-cúpula del ábside, los más antiguos de la iglesia y que probablemente han inspirado la realización de todos los demás, son obra del pintor Andrea Carrera (1590-1677).
La construcción de San Giuseppe dei Teatini se comenzó en el año 1612 y se completó en el año 1645. Su arquitecto fue el clérigo Teatino Pietro Caracciolo. El genovés Paolo Tesio, al cual se solía atribuir el proyecto, solo diseñó la sacristía.
El templo se edificó sobre el solar donde se hallaba la iglesia de San Giuseppe dei Falegnami, perteneciente a la Corporación de los Carpinteros y donada a la Orden de Clérigos Regulares para que esta pudiera proceder a la construcción de San Giuseppe dei Teatini.
A cambio de esta donación, al gremio de los carpinteros fue entregada la capilla de San José de Nazaret, situada en el interior del templo, y el Oratorio dei Faleganami, construido al interior del colindante Convento de los Teatinos (hoy facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Palermo).
En el siglo XIX se reformó la fachada de la iglesia, en estilo neoclásico, y se añadió al conjunto la esquina derecha de la fachada, también en estilo neoclásico, llamada el Quinto canto. Durante la II Guerra Mundial la iglesia fue dañada por las bombas, lo hizo necesario su restauro en la segunda mitad del siglo pasado.
Los horarios de visita de San Giuseppe dei Teatini son los siguientes (la entrada es libre):
Las visitas se suspenden durante el oficio de la misa cuyos horarios son:
Se accede al interior a través de los tres portales que dan al exterior. El portal de la Via Vittorio Emanuele (portal principal), el que da a la Via Maqueda (portal lateral izquierdo), y el tercero que se abre en la pequeña Piazzetta San Giuseppe, también en la Via Vittorio Emanuele, donde queda disfrazado como Quinto Canto.
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