Toda la información, detallada con imágenes, del Oratorio de la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo
El oratorio y sus obras de arte
Este oratorio se encuentra justo detrás de la Iglesia de San Domenico, casi tocando su ábside. En sus tiempos fue la sede de la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo, fundada en el año 1568 por una influyente comunidad de artesanos, artistas y acaudalados comerciantes de la ciudad.
A la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo perteneció el escultor Giacomo Serpotta quien, después de haber dado muestra de su talento en el cercano Oratorio de Santa Cita, recibió en 1699 el encargo de crear un conjunto de esculturas que se entrelazase con las valiosas pinturas que ya decoraban las paredes del oratorio, dedicadas a la representación de los Misterios del Rosario.
Pintores del barroco italiano y flamenco
Algunas de estas pinturas habían sido comisionadas a renombrados exponentes del barroco italiano: Luca Giordano y Pietro Novelli (que también pintó el fresco de la bóveda del oratorio) y flamencos: Guglielmo Borremans, Matthias Stom y Anton van Dyck. Este último pintó el cuadro de altar, dedicado a la Virgen del Rosario, donde se representa por primera vez Santa Rosalía ascendida al rango de protectora de Palermo.
El antioratorio
Se accede al antioratorio (la antesala del oratorio) directamente a través del portal de la calle, subiendo desde el bordillo de la estrecha Via dei Bambinai por los escalones de mármol rojo del interior del portal. No hay rampa de acceso para los minusválidos.
Altar del Crucifijo y reliquiario
Nada más entrar vemos a nuestra izquierda la puerta que conecta con el Convento de San Domenico, al fondo el Altar del Crucifijo, con el reliquiario, y a la derecha la fachada interior del oratorio, con los dos portales que dan al interior. Entre ellos está la mesa de recepción donde se paga el billete para hacer la visita.
La reforma neoclásica del siglo XVIII
Toda la sala fue reformada en clave neoclásica durante la segunda mitad del '700. El arquitecto que diseño la reforma, también miembro de la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo, fue Giuseppe Venanzio Marvuglia, más conocido por haber diseñado la Palazzina Cinese.
El salón del oratorio
El Oratorio de San Domenico muestra un salón de planta rectangular dotado de una considerable altura. Al nivel del suelo, que llega hasta la altura del dintel de los dos portales de la contra-fachada, le corresponde la funcionalidad asociada a las actividades que se desarrollaban en su interior: las oraciones y las actividades sociales. Cada una de estas actividades se centraba en uno de los extremos del salón.
Las actividades de los cofrades
La oración estaba dirigida desde el presbiterio. Las actividades sociales estaban organizadas desde una mesa de asamblea, presidida por el Superiore, situada entre los dos portales.
Los cofrades se sentaban en las dos bancas alargadas situadas en las paredes laterales. Esta disposición les permitía, sin tener que cambiarse de postura y sin dar nunca las espaldas a los demás cofrades, dirigir su atención hacia ambos lados del salón.
Los temas de las obras de arte
En el nivel superior se encuentran pinturas representan los quince Misterios del Rosario y las doce alegorías relacionadas con ellos. Más arriba se ven unos medallones que representan escenas del Viejo Testamento.
Los Misterios del Rosario
El Rosario, en su forma tradicional, se compone de 15 rezos, después de cada cual los fieles recitan un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre. Los 15 Misterios están repartidos en tres series de cinco: los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos.
El 16 de octubre de 2002, con su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, el Papa Juan Pablo II incluyó en el Rosario de la Virgen María una cuarta serie de cinco rezos, la de los Misterios Luminosos.
La representación en línea continua
La serie de 15 misterios está representada en una línea continua, como en la sarta de cuentas que se utiliza para rezar el rosario. Esta línea, siguiendo el sentido de las manecillas del reloj, comienza por la pared izquierda, sigue por la derecha, luego pasa a la contra-fachada donde, con la Ascensión de María, sube hacia arriba para acabar, con la La Coronación de María en la bóveda.
Pared izquierda (los Misterios Gozosos)
En la pared izquierda del oratorio están los cinco cuadros que representan la primera serie de los Misterios del Rosario: los Misterios Gozosos.
Pared derecha (los Misterios Dolorosos)
La pared derecha del oratorio reproduce el mismo esquema de la izquierda, con la única diferencia que los Misterios Dolorosos, inspirados en la Pasión de Cristo, están representados desde el presbiterio hacia la contra-fachada.
Contra-fachada (los Misterios Gloriosos)
Esos misterios tratan de la Resurrección, Ascensión del Señor al Cielo, La venida del Espíritu Santo, La Asunción de María al Cielo y La Coronación de María. Esta última está representada en la bóveda, con evidente alusión a los Cielos.
Las esculturas
Con las pinturas ya colgadas en las paredes del oratorio, la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo comisionó al escultor Giacomo Serpotta la creación de un conjunto de esculturas que estuviesen relacionadas con el contenido religioso de cada pintura.
Las alegorías del Serpotta
Así fue escogido el tema de las alegorías, ya desarrollado en el Oratorio de Santa Cita, para interrelacionarlas con el Misterio representado en las pinturas entre las cuales iban a ser situadas.
Para ello, en cada pared lateral se crearon unos nichos, ubicados bajo cada una de las ventanas laterales, que alojaron cuatro esculturas. Una quinta estatua, para completar la serie de cinco, fue alojada sobre la repisa que sobresale de la pilastra del presbiterio.
Los medallones
Las pinturas, y el significado teológico de cada Misterio que en ellas se representa, también se relacionan con las esculturas situadas directamente sobre ellas. Estas esculturas adaptan la estructura del Teatrino, introducido por el Serpotta en el Oratorio de Santa Cita, a un marco en forma de medallón. Cada escultura representa una escena del Viejo Testamento.
Presbiterio y altar
El presbiterio es la parte del oratorio que más se parece a una iglesia. En efecto el oratorio es una iglesia, en el sentido de que se trata de un edificio consagrado al culto. Su acceso sin embargo no es público, si no reservado a los miembros de una asociación privada, la Compañía del Santísimo Rosario de Santo Domingo en este caso.
Obras de arte para un público selecto
Las obras de arte que componen su aparato decorativo, fueron creadas para ser disfrutadas por los adoctrinados miembros de la compañía y no para un público masivo y, en general, de escasa cultura (en las iglesias suelen verse obras de arte cuyo simbolismo es comprensible incluso para los fieles menos cultos).
La obra de Anton van Dyck
El presbiterio muestra la obra original de Anton van Dyck dedicada a la Virgen del Rosario, donde la Virgen está representada en el acto de entregar el Rosario a Santo Domingo, en presencia de San Vicente Ferrer, de Santa Catalina de Siena, de las cuatro Santas Palermitanas (las que están representadas en los Quattro Canti) y de Santa Rosalía de Palermo.
La epidemia de peste del 1624
El cuadro de altar, considerado la máxima obra religiosa del artista holandés, fue pintado durante la epidemia de peste del 1624, que vio Santa Rosalia consagrada como protectora de Palermo (el Van Dyck se refugió en Génova, para escapar del contagio, donde terminó la obra que será enviada a Palermo en 1625).
Al pintor se comisionarán este mismo año varios cuadros que representen la Santa cuya iconografía quedará fijada, por su obra, en una mujer de cabello rojo y baja estatura, la Santuzza (pequeña Santa) de los palermitanos.
El altar de mármoles policromados, obra del escultor Gioacchino Vitagliano (Fontana del Garraffo, Casa Professa y Oratorio Santa Cita) es casi idéntico a el del Oratorio de Santa Cita.
Los coros y la cúpula
En la paredes del presbiterio pueden verse los dos coros, protegidos por unas rejas de latón dorado. Si se levanta la mirada hacia la cúpula, se verán unas figuras que, asomándose desde su balaustrada, miran hacia abajo. Las dos figuras de la izquierda, un hombre con un niño, representan el Serpotta con su hijo Procopio, quien será el heredero de su arte, aunque nunca llegará a igualarla.
Horarios y Precios
Horarios
Se puede visitar el oratorio de lunes a domingo, desde las 10:00 hasta las 18:00 (último acceso a las 17:30). Con la hora legal (desde el último domingo de marzo hasta el último domingo de octubre) queda abierto una hora más.
Precios
El precio del billete es de 6€. Los menores de 17 años y los estudiantes solo pagan 1€. Para los menores de 7 años la entrada es libre. El billete incluye la visita del cercano Oratorio de Santa Cita.
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