Todo lo que hay que saber sobre el área arqueológica de Solunte
Un sitio arqueológico a poca distancia de Palermo
A poniente de la capital de Sicilia (ver ruta), a unos 20 kilómetros escasos, se encuentra el área arqueológica de Solunte. Para quienes tengan alojamiento en Palermo, y quieran visitar unas ruinas de la antigüedad, es la opción más cómoda.
Dicho de antemano que el sitio no tiene nada que ver con lugares como el Valle de los Templos, o la Villa del Casale, su visita puede ser la oportunidad de una bonita excursión en las afueras de la ciudad. Tal vez acompañada de un almuerzo a base de pescado en uno de los restaurantes de la costa.
Las vistas panorámicas
Todo el sitio arqueológico ofrece unas hermosas vistas sobre el tramo de costa comprendido entre el Cabo Zafferano y el Cabo de Solanto.
Otras vistas que no hay que perderse son las que ofrece el Mirador de la Cruz, situado en un cerro en la vertiente este del monte. Se llega a el a través de una calle empedrada y escalonada que arranca desde el Agorà.
El descubrimiento del sitio arqueológico
Las primeras noticias de este sitio arqueológico se remontan al siglo XVI y se deben al fraile dominico Tommaso Fazello. Desde 1828 hasta 1835 hubo unas excavaciones parciales. Entre los '50 y los '70 del siglo pasado se sacó a la luz buena parte de la antigua ciudad helenística. En la actualidad aún quedan varias áreas por excavar.
En el cabo de Solanto hay otra zona arqueológica más antigua ligada a la colonia fenicia de Kfr, destruida por la ciudad de Siracusa (Kfr se dice Kafara, pues los fenicios no escribían las vocales). El nombre de Kfr se ha encontrado en las monedas antiguas halladas en la zona.
La colonia siracusana de Solunte
Solunte fue fundada en el IV siglo a.C. por los siracusanos, después de la destrucción de la colonia fenicia de Kafara (Kfr) por Dionisio I de Siracusa. La ciudad fenicia se ubicaba cerca del mar, en las cercanías del actual Castillo de Solanto (como demuestran los hallazgos arqueológicos).
Para mantener el control militar de la zona y contrarrestar el expansionismo de Cartago, la ciudad fue construida sobre la ladera sureste del Monte Catalfano.
Los primeros pobladores
Entre sus primeros pobladores fuentes históricas (Diodoro Siculo) citan las tropas mercenarias de Agatocles, de regreso de sus campañas militares africanas. Muchos de estos pobladores eran de cultura púnica, como demuestran los lugares de culto de la ciudad, diferentes a los que se encuentran en otras ciudades griegas de Sicilia.
El abandono de la ciudad a consecuencia de la Pax Romana
La ciudad helenística fue abandonada después de la conquista romana de Sicilia, cuando con la Pax Romana no fueron necesarias las medidas defensivas. Entonces sus habitantes se fueron trasladando hacia las áreas rurales de los alrededores. Nunca se volvió a repoblar, como confirma la total falta de menciones de ella en la época medieval.
La visita al sitio arqueológico
Se deja el vehículo en un aparcamiento situado al final de la calle de acceso. Siguiendo las indicaciones, se sube hacia la recepción por un camino empedrado cuesta arriba.
Hay que disponer de vehículo propio. A menos de no contratar un taxi, que saldría más caro de un coche de alquiler.
Recepción y taquilla
El conjunto cuenta con con dos áreas expositivas cubiertas, la primera está unida a la recepción-taquilla, la secunda es el museo que se encuentra sobre el aparcamiento, al cual se accede después de haber visitado el área arqueológica.
Sala expositiva
Al interior de esta sala se encuentra una interesante colección de monedas, todas halladas in situ entre el Monte Calafatano y los alrededores de Solanto (el territorio de la colonia púnica). Se trata de monedas de Himera, Panormus, Solunte, Cartago, Roma, Agrigento, Kephaloidon, Nakona y Siracusa, además de monedas Mamertinas utilizadas por los mercenarios al servicio de Agatocles.
La cuesta que sube al sitio arqueológico
Al salir de la sala expositiva se sube por una calle empedrada, muy panorámica, que lleva cuesta arriba hacia el área arqueológica.
Se trata del antiguo camino de acceso a la ciudad, en parte restaurado para permitir el transito a pie. Un tramo del camino antiguo, sin restaurar, se puede ver al salir del museo, cuando ya se ha finalizado la visita.
En el último tramo del camino de acceso, aún cuesta arriba, comienza la Via dell'Agorà, la calle principal de Solunte.
El Barrio de las Termas
Nada más entrar en la ciudad, en la vertiente sur a la derecha del camino de acceso, está el edificio de la Pequeñas Termas. Este era el barrio más pobre de la ciudad. Las viviendas tienen un pequeño patio central alrededor del cual se encuentran unas pocas habitaciones de forma alargada.
El Agorà
El principio del Agorà queda marcado por una línea de piedras, con un agujero en medio, dispuestas el suelo de baldosas de barro. Su función, como en una ciudad moderna, era la de suportar unas barras giratorias que se utilizaban para peatonalizar toda el Agorà durante los días festivos.
El Agorà de Solunte es un callejón alargado que ofrece unos bonitos panoramas. El suelo está recubierto de baldosas de barro de la época. Desde el callejón se diraman tres calles cuesta arriba, donde se cruzan con otra calle, paralela al Agorà, que se llama Via degli Artigiani (Calle de los Artesanos).
Diferencias con el agorá de otras ciudades griegas
En Solunte, come en las demás ciudades griegas, el Agorà era el centro de la vida social. Mientras en las ciudades griegas se trataba de una gran plaza aquí, debido a la morfología del territorio, se trata de una calle bastante ancha configurada como una plaza alargada.
El Área Sagrada
Al centro del Agorà se encuentra el Área Sagrada, donde había unos edificios de culto cuyo núcleo es constituido por el altar de sacrificios, situado al aire libre. Se reconoce por la presencia de tres Betilos (piedras en forma de columna, o menhir, hincadas en el suelo representando la divinidad).
El altar es inclinado hacia una pila que se utilizaba para recoger la sangre de los animales sacrificados. Toda el área se compone de nueve espacios, dispuestos en dos niveles de altura, alrededor de un patio alargado en el cual se han hallado restos de huesos de animales.
La canalización de aguas pluviales
Caminando por el Agorà se puede observar el sistema de canalización de aguas pluviales, parte de las cuales eran canalizadas hacia una cisterna publica cuyos restos son aún visibles cerca del tramo final del Agorà.
El Teatro
El Agorà termina a norte de la ciudad, al pie del Teatro, situado poco más arriba de la cisterna pública. En ese extremo de la ciudad, antes de una cuesta que conecta con la Via degli Artigiani, hay unos bonitos miradores sobre la costa.
La Via degli Artigiani
La Via degli Artigiani es una calle paralela al Agorà que arranca a norte, a espaldas del Teatro, y termina a sur, donde se encuentran varias casas señoriales.
Entre las casas señoriales destaca la Casa de Leda, considerada la más representativa entre las viviendas de Solunte.
La Casa de Leda
Es una vivienda que se desarrolla en tres niveles distintos donde se mezclan detalles arquitectónicos del mundo griego y del mundo púnico. La entrada se sitúa en el nivel intermedio, donde se encuentra un mosaico que reproduce una Esfera armilar.
La imagen más conocida de Solunte
De uno de los edificios de este sector de la ciudad se ha podido reconstruir una esquina. Fotografiado con el valle costero de Solanto tras el, es una de las imágenes más conocidas de este sitio arqueológico. No hay paneles explicativos que informan sobre su función.
Un paseo hasta la cumbre del Monte Catalfano
Al encontrarse entre las ruinas de Solunte no hay que desperdiciar la oportunidad de darse un paseo hasta la cumbre del Monte Catalfano (a menos que no sea un día en el que caigan rayos, en este caso no hay que subir).
El camino que sube a la cumbre
Para subir hay que encaminarse, por una de las calles cuesta arriba que cruzan el Agorà y la Via degli Artigiani, hacia los dos pinos que se ven sobre el promontorio de la ciudad.
Entre ellos hay una construcción moderna, la vivienda del guardián, hoy abandonada. Desde allí se disfruta de unas bonitas vistas.
Se sigue adelante hasta aproximarse a la vertiente norte del monte, donde se enlaza el sendero que sube hasta la cumbre.
Restos de muralla
A lo largo del sendero hay un panel explicativo que nos dice que en esta vertiente norte del monte se encontraba una muralla defensiva, de la que solo quedan los cimientos.
Vistas a 360º
Una vez en la cumbre se disfruta de unas vistas a 360 grados de los alrededores, aunque las que dan al Golfo de Palermo quedan mermadas por la presencia de la cercana, y más alta, Montagna d'Aspra.
El Museo de Solunte
Al final de la visita del sitio arqueológico se vuelve a bajar por el mismo camino de la ida. Para salir se pasa delante del edificio de la recepción y se llega a una terraza. Desde allí se accede al pequeño museo que expone los hallazgos arqueológicos de Solunte.
Cómo llegar
Hay que situarse en la carretera general SS113 y dirigirse hacia la localidad de Bagheria lo mismo da proceder desde Palermo o desde levante (salida de Casteldaccia del autopista Palermo-Mesina).
Sin tratar de entrar en ninguna población hay que seguir por la carretera hasta dar con las indicaciones. Se trata de un cartel de color marrón donde pone Solunto (Solunte en italiano). El cartel se encuentra junto a los demás que se ven en los cruces principales de carretera.
Horarios y Precios
Horarios
El Sitio Arqueológico de Solunte (Parco Archeologico di Solunto) abre de lunes a sábados desde la 9:00 hasta las 18:00 (la taquilla cierra a las 17:30). Los domingos y festivos desde las 9:00 hasta las 13:00 (la taquilla cierra a las 12:30).
Precios
El billete cuesta 4€. Los menores de 18 años y los mayores de 65, pagan el precio reducido de 2€.
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