En el extremo noreste de las Madonías, se encuentra el municipio de Pollina. El pueblo se sitúa en la cumbre del Monte di Pollina, a unos 680 metros sobre el nivel del mar y no muy lejos de la costa. Por ello los paisajes que ofrece constituyen uno de sus principales atractivos.
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Se accede al núcleo antiguo por la Puerta Medieval, después de haber dejado el vehículo en la Via Sant'Antonio o en el área de aparcamiento colindante (ver el capítulo Cómo llegar y donde aparcar). Cruzando la puerta se encuentra casi en seguida el Museo del Maná.
El día 26 de junio de 1993 Pollina fue golpeada por un fuerte terremoto tras el cual buena parte de su población se trasladó en la pedanía de Finale. Por ello al pasearse por el pueblo, sobre todo en la parte antigua, se verán muchas casas antiguas reforzadas con elementos de hormigón.
Sin embargo es más agradable recorrer al principio el paseo-mirador hasta el teatro Pietra Rosa y el Castillo Medieval para luego, desde allí, acceder al núcleo más antiguo del pueblo. En ambos casos habrá que subir y bajar cuestas por calles empedradas (se recomienda llevar zapatos de suela gruesa).
El Viale Alfredo Musotto comienza su recorrido desde la Via Sant'Antonio, en la cual se puede dejar el coche para visitar el pueblo. Frente a la puerta medieval se encuentra la iglesia de San Antonio, flanqueada en ambos lados por el Viale Alfredo Musotto. Serpenteando, el Viale Alfredo Musotto sube hacia la cumbre del Monte Pollina.
Durante su recorrido, mientras la calle rodea la iglesia de San Antonio, se pasa delante la Puerta Medieval. En su tramo final el Viale Alfredo Musotto se ensancha transformándose en un paseo-mirador que se asoma al mar y luego, al torcer hacia el interior, nos lleva hacia el teatro Pietra Rosa y al Castillo Medieval.
El paseo dibuja un semicírculo alrededor de la cumbre del Monte Pollina, con los restos del Castillo Medieval construido en época normanda y ligado a la fundación del núcleo habitado.
Al final del paseo se encuentra un anfiteatro natural en el cual ha sido creado, en la década de los '70 del pasado siglo, el teatro al aire libre Pietra Rosa.
Se trata de una creación reciente, ligada al desarrollo turístico de los '70 del pasado siglo. En ese entonces también fue construido, en el Cabo Raisigerbi, un complejo turístico que hará conocer entre los turistas italianos este pueblo de las Madonías y su playa de Torre Conca.
El semicírculo queda orientado hacia sureste, mirando al interior de la isla. Desde sus asientos, además de ver el palco situado al final del paseo Alfredo Musotto, se disfruta de una bonitas vistas del valle que Pollina comparte con Castebuono.
Toda el área del Castillo Medieval está rodeada por varios miradores que permiten ver el paisaje a 360 grados. Los días de mucha claridad, dicen los lugareños, se puede llegar a ver la cumbre del volcán Etna.
La Torre Maurolico, dedicada al matemático y astrónomo Francesco Maurolico (Mesina 1494 - 1575), resalta entre las ruinas del Castillo Medieval. Siendo huésped del marqués de Ventimiglia, entre 1548 y 1550, el Maurolico instaló en la torre su observatorio astronómico. Al interior de la torre hay un museo que de momento no abre al público de forma regular.
Se trata de un pequeño museo, situado en el corazón de este pintoresco pueblo montañés. La exposición, que incluye una colección de todos los instrumentos necesarios para la recolección del maná, se encuentra en la primera planta de la Biblioteca Municipal, situada frente la iglesia de la Matrice.
Al llegar (la entrada es libre) el personal municipal ofrece a los visitantes una pequeña cantidad de maná sin refinar (la mezcla muy sabrosa de savia con algo de corteza de árbol).
En su versión más refinada el maná se presenta en los Cannoli, unas barritas blancas que se obtienen haciendo que la savia gotee, desde una incisión en el tronco del fresno, y se vaya secando alrededor de un sedal.
La tradicional producción del maná es la actividad más emblemática de este pueblo de las Madonías. El maná es la savia producida por una variedad del árbol del fresno que crece en abundancia, junto al castaño, en todo el territorio municipal de Pollina y en el valle que este municipio comparte con el cercano pueblo de Castebuono.
Los lugareños han custodiado los conocimientos tradicionales necesarios para la producción, el tratamiento y la comercialización de este producto tan antiguo. Las Madonías son el único lugar en el Mediterráneo donde aún se conserva esta tradición.
Durante la visita al casco antiguo de Pollina se verán unas indicaciones que se refieren al Itinerario Donna Pulina.
Se trata de un itinerario que empieza en la plaza frente al Ayuntamiento, un moderno edificio situado en la zona nueva de Pollina, llevando el visitante hacia el Castillo Medieval.
El itinerario completo incluye 8 paradas, cada una de ellas marcadas por un cuadro en cerámica donde se explica un episodio de la leyenda de Doña Pulina y Ayub. Es un cuento que liga la fundación de Pollina a la llegada de los normandos a Sicilia.
La historia relata el amor entre Pulina y Ayub en la etapa posterior al desembarco de los normandos en Sicilia (febrero de 1061) y anterior a la conquista de Palermo (enero 1072). Pulina fue una joven normanda, perteneciente a la familia del conde Rogelio, que se enamoró de un joven árabe, Ayub. Por la oposición de sus familiares los jóvenes se escaparon juntos y se refugiaron en la cumbre del Monte di Pollina. El conde Ruggero, después de vanos intentos de hacer recapacitar los jóvenes, reconoció como legitima su unión y los nombró señores de aquellas tierras.
Las primeras tres paradas del recorrido se transitan en la parte moderna de Pollina. A partir de la cuarta, situada frente la iglesia dedicada a San Giuliano, el itinerario entra en el casco antiguo. La siguiente parada, la quinta, tiene lugar frente la iglesia de San Pietro, una pequeña iglesia del siglo XIV restaurada en el XVII.
La sexta parada tiene lugar en la Piazza del Duomo donde, frente a frente están el Duomo de Pollina, o sea la iglesia de la Matrice, y el Museo del Maná, un pequeño museo donde el visitante puede saber todo lo relacionado a esta antigua actividad agro-forestal que se mantiene viva en los territorios de Pollina y Castelbuono.
La séptima parada se encuentra en la Via Castello (ver). Desde la Via Castello, como es lógico suponer, se llega al Castillo Medieval. En este caso pero, en vez de acceder por el teatro Pietra Rosa, se accede por una estrecha calleja cuyo último tramo, el que se abre al Castillo Medieval, es muy paisajístico.
Para ir de excursión hasta Pollina lo propio es disponer de un vehículo. Si se procede desde la costa hay que tener como referencia la carretera SP25 (ver ruta). Se trata de una carretera, en muy buenas condiciones, que arranca desde las cercanías del Cabo RaisiGerbi.
Al llegar a las primeras casas, en la periferia bajo el pueblo, hay que seguir las indicaciones para centro y teatro (ver en Street View), o sea girar a la derecha, en la calle cuesta arriba, apartándose del camino principal.
Para dejar bien aparcado el vehículo, sin muchas complicación para entrar al casco antiguo, hay que situarse en la Via Sant'Antonio, a la que se accede desde la misma carretera SP25 que sube al pueblo.
Nada más ver las primeras casas del pueblo, se verá a mano derecha el cartel que marca el área de aparcamiento público (ver ubicación del aparcamiento).
La curva para entrar en el aparcamiento es muy estrecha y obliga a maniobrar un par de veces. Para evitar la maniobras es aconsejable seguir recto, a ver si se tiene la suerte de encontrar aparcamiento libre calle arriba, hasta llegar a una pequeña plaza, donde termina la calle. Allí se puede dar la vuelta con facilidad y, conduciendo calle abajo, entrar cómodamente en el área de aparcamiento.
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