Hermosa playa, de acceso algo complicado, con aguas cristalinas
Una playa natural poco conocida
Situada cerca del Cabo de Mazzaforno se halla la urbanización de Settefrati, que cuenta con varios tramos de playa separados por unos escollos planos que afloran tocando la playa. Si se quiere caminar unos pocos minutos, y sobre todo se posee una mínima agilidad para sortear el tramo final del camino público, se podrá disfrutar de esta hermosa playa de la costa norte de Sicilia.
A pesar de ser bastante visible en los mapas, todos los caminos en ellos marcados que llevan hacia la costa son privados y terminan en urbanizaciones de chalet o en complejos de apartamentos.
Los farallones que dan el nombre a la playa. Según el cuento, que tiene algunas variantes, se trata de siete hermanos enamorados de la misma mujer, seis de los cuales fueron petrificados por un hechizo cuando se lanzaban al mar, tratando de impedir que el séptimo hermano se llevase su amada en un bote.
La playa, que tiene el mismo nombre de la urbanización turística, se sitúa entre los cabos de Mazzaforno y Capo Playa (ver en Google Maps).
Cómo es la playa
Tres tramos de playa
El sector de playa al que se puede acceder desde la vía pública (luego veremos donde está el acceso) se divide en tres tramos, unidos entre si. Hacia poniente hay más tramos de playa, a los que pueden acceder los huéspedes de chalet y apartamentos turísticos situados en el interior.
Una vista del tramo de levante de la playa de Settefrati tal y cómo aparece al final del camino que procede del interior.
La arena de la playa
La composición de la playa es de arena sedimentaria, mixta a guijarro fino en proximidad de los escollos que tocan la orilla. Otros escollos, situados en el fondo marino frente la playa, rompen las olas antes de estas lleguen a la arena, impidiendo la erosión del litoral arenoso que conserva su arena sin necesitar la intervención del hombre.
El tramo central de la playa. Se ve algo de posidonia acumulada en la orilla, pero no en cantidad como para resultar molesta.
Playa sin servicios
Al tratarse de una playa natural no hay servicios tales como duchas, socorrismo y demás. Algunos vecinos de los chalet del interior suelen dejar en la arena unas sillas y mesas a las que retiran al finalizar la temporada veraniega.
El final del tramo de poniente de la playa, se ven unos accesos privados.
También se puede observar la presencia de unos caminos, y algunas escaleras, que proceden de las áreas privadas situadas en los extremos de la playa.
Vista de la playa desde poniente.
Información practica
Cómo llegar
Para llegar a esta playa, desde la carretera SS113, hay que situarse en correspondencia del desvío que procede del autopista Palermo-Mesina (ver ruta).
Dejada la carretera SS113 se entra en la Via Mediterraneo, la cual pasa sobre un puente que sortea el ferrocarril. Se sigue recto hasta encontrar una calle ancha que baja a la derecha, la Via la Maddalena. Se trata de la misma calle que lleva hacia el cabo de Mazzaforno. Se baja por esta calle y, antes de una curva, se ve la la izquierda la entrada a una residencia señorial: el Castello Bordonaro. Allí hay que dejar el vehículo y seguir a pie.
El portal exterior de la mansión Castello Bordonaro. A la derecha del portal arranca el camino que conduce a la playa de Settefrati (hay un cartel de color marrón y blanco que especifica que se trata de un acceso público al mar)
Donde aparcar
Si nuestro vehículo es un coche, y la época en el que lo dejamos aparcado está comprendida entre junio y setiembre, deberemos de poner un resguardo de aparcamiento. Después de la curva hay una maquina expendedora. El coste es de 1€ por cada hora. Tener en cuenta que para llegar a la playa hay que caminar unos 12 minutos, y otros tantos para volver, por lo que será mejor pagar por lo menos un par de horas.
Al salir del camino que lleva a la playa se ve la Via la Maddalena. Está permitido aparcar en el tramo que se ve a la derecha.
A lo largo de la Via la Maddalena hay varias plazas de aparcamiento, antes y después de la curva. Durante los meses de julio y agosto, sobre todo los fines de semana y después de las 10:30, puede que haya pocas plazas libres de aparcamiento (y las que haya estén lejos).
El camino de la playa
Se trata de un camino algo estrecho que transcurre entre parcelas acotadas. No está pavimentado por lo que no es aconsejable llevar carritos de bebé.
El penúltimo tramo del camino de la playa.
Al terminar el camino, que durante su recorrido tuerce antes a la izquierda y luego a la derecha, habrá que bajar por una cuesta algo resbaladiza.
La cuesta que baja a la playa.
Afortunadamente hay una cuerda para sujetarse. Es aconsejable sujetarse a la cuerda y bajar de uno en uno para no sobrecargar la cuerda que, en uno de sus extremos, está atada a las raíces de una planta.
La playa cómo se ve al final del camino.
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